Casi cualquier frase puede ser hermosa con la tonalidad adecuada. Este es un hecho en el cual creo con absoluta firmeza. Si no fuese así, no debería intentar ser actriz.
lunes, 4 de junio de 2012
La cosa más espantosa, es una hoja de papel en blanco.
Durante sus dieciocho años de vida muchas personas le habían dicho a Melancolía que era maravillosa, pero ninguna supo demostrarlo.
Melancolía pasaba sus noches, y algunos de sus días, entre palabras intentando arañar aquello que nunca tuvo. Leía historias, creaba mundos mientras soñaba con huir a ellos.
Buceaba entre las estanterías de una habitación llena de colores, tinta y plumas buscando aquel personaje imperfecto y su imperfecta sonrisa.
Llego un punto en los meses de Melancolía en que se olvido de vivir, ya no sabia como, ni quería volver a saberlo.
Se había enamorado.
Se había enamorado de los libros, de las historias, de las palabras y de la imperfección. Había rechazado la mediocridad condenándose a ella.
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